Ayer volví del mejor viaje que hice en la vida. Quince días en Washington, pero no como turista cualquiera. Tuve el placer de convivir con una familia durante una semana, junto a otra amiga de Buenos Aires, en Baltimore. Conocí a más de cincuenta chicos de diferentes países de Europa, que ni sabía que existían. Turquía, Francia, Estonia, Latvia, Israel, UK, Suiza, Irlanda, Bosnia, Albania, entre otros. Aprendí a decir gato en ruso, y 'mi color preferido es el rojo' en italiano. Luego de esa semana, fui al Gaylord International Hotel en Dc, junto a 1700 adolescentes de catorce a dieciocho años. No voy a explicar lo que fue porque no tengo palabras, pero fue una experiencia que no voy a olvidar jamás.
Cada uno representando a su país, esa del centro por la izquierda, con el jean gris y cara de idiota, sí, esa soy yo. |